La arquitectura del ex-convento de Santo Domingo de Guzmán -Chiapa de Corzo Chiapas



En la búsqueda de la catequización de los indios, los dominicos usando sus conocimientos arquitectónicos y la mano de obra indígena decidieron levantar obras arquitectónicas. De esta forma los primeros conventos fueron construidos en el sureste de México, principalmente en Oaxaca y Chiapas; donde se utilizaron cuatro tipos de plantas arquitectónicas: de una sola nave y sin crucero, de planta cruciforme, con capillas laterales y de planta basilical de tres naves. 
En Chiapas cada zona contaba con un centro religioso rector —Convento— que aglutina el conjunto de visitas existentes dentro de su radio de acción de acuerdo a su grupo étnico . Cada conjunto conventual estaba formado por una iglesia,un claustro y un atrio, este último se acomodaba a la costumbre indígena de recibir las ceremonias al aire libre. De esta forma se integran dos propuestas en una, por un lado las costumbres mesoamericanas y por el otro, las europeas “a la iglesia de cielo abierto con rudimentaria área monacal, patio y capillas posas, se suprime la enramada y se le adjunta una humilde estructura pajiza con muros”. 
Considerando que no hay un estudio profundo sobre el ex-convento de Santo Domingo de Chiapa de Corzo, se busca un acercamiento con su pasado para entender qué es el mudéjar; a partir de este momento utilizando el edificio como testimonio viviente, se realizará el análisis de obra para detectar la presencia del estilo mudéjar desde una apreciación estética y no como un trabajo arquitectónico minucioso. 
Para ello, partiremos desde su construcción entre 1554 y 1572 de acuerdo a los datos de Salvador Toscano quien dice: “Me inclino a aceptar a Fray Pedro de Barrientos como su constructor”, así mismo, Juan B. Artigas en su Chiapas monumental (Veintinueve monografías), concuerda con ello. Para evitar confusiones en el transcurso de este análisis, hay que mencionar quenal exconvento se le ha dado una nueva clasificación en cuanto a su periodo de vida, dividiéndose en siglo XVI y XVIII, distribución que se aplica porque una mitad del área conventual requirió de extensas reparaciones por su mal estado siendo remodelado durante el siglo XVIII, por eso la denominación. 
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Dagoberto Zambrano / Cp.agosto 06


Desde su construcción el edificio tuvo uso religioso; a partir de 1911 a 1975 toma un giro radical, el conjunto poniente se convierte en cárcel permite llegar al claustro considerado como siglo XVIII donde se aprecia con gran facilidad el ladrillo como principal elemento de construcción, el cual se adapta y se pronuncia en los frisos, arcos, pilares, pilastras y pisos.
Los muros del siglo XVIII presenta aparejos a tizón mientras que la parte del siglo XVI luce aparejos a sogas con la diferencia en que los muros hay mayor presencia de adobe, como característica de que en el proceso de construcción intervinieron materiales obtenidos del entorno. Para el cimiento se usó el aparejo irregular, es decir, la mampostería ordinaria caracterizada por el uso de cal y canto, el cual se puede apreciar a simple vista en unos contrafuertes incompletos ubicados en el patio central de ex-convento.
En los pasillos de la planta baja como en la planta alta se pueden apreciar arcos de medio punto, así mismo en la crujía que divide a los dos claustros se puede ver este tipo de arco en la parte baja, sin embargo, en la parte superior de esta crujía se puede observar siluetas de algunos arcos que deberían estar allí y en su lugar fueron remplazados por ventanas rectangulares en su proceso de remodelación.
Al recorrer los pasillos y salas del antiguo convento dominico se puede percibir ese olor característico a lo no habitable pese a que hoy en día se mantiene abierto al público, el aroma a humedad es penetrante. En ese recorrer, se puede apreciar la puerta del auditorio Fray Matías de Córdoba, la puerta sellada que daba a la iglesia localizada en el patio central y la puerta de la sala temporal localizada en el siglo XVI son las únicas que tienen la forma de arco conopial, mientras que la forma de la puerta de la bodega de la sala Alejandrino Nandayapa es de herradura rebajada.
Otro de los elementos visibles en el inmueble son las columnas ubicadas en los corredores del   siglo XVIII, mientras que en el área del siglo XVI están conformados por una sección cuadrangular básica, es decir, por pilares y pilastras; los pilares son sencillos compuestos de basa (toro y zócalo), fuste y capitel (ábaco y equino). En la parte intermedia del edificio se pueden localizar algunas pilastras, las cuales se diferencian de los pilares por estar pegados al muro. Considerando que nuestro elemento de estudio es exclusivamente el ex-Convento de Santo Domingo no abordaremos la bóveda y la cúpula, considerando que son elementos ubicados en la Iglesia.
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Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (CONECULTA)/Dirección de Promoción Cultura


En Chiapas, el uso de la madera como elemento estructural de sustentación y motivo decorativo es un procedimiento conocido y representativo del arte mudéjar, el cual cubre amplios espacios por medio de vigas o armazón de madera, en otras partes del mundo este tipo de techumbre se puede ver en: Palacio de la Aljafería de Zaragoza o la Alhambra de Granada en España, y en América, los mejores trabajos son la armadura de la Capilla Mayor de la iglesia de San Francisco en Bogotá, Colombia; en México destacan las iglesias de la Merced en San Luis Potosí y la iglesia de San Francisco en Tlaxcala, sólo por nombrar algunas.
En el caso del ex-convento de Santo Domingo su cubierta alfarje o artesonado es un techo de madera horizontal compuesto por jácenas. Sobre éstas se colocan perpendicularmente un segundo orden de vigas, las jaldetas. El tipo de armadura que posee es a dos aguas ya que forma dos vertientes para arrojar de cada lado del edificio las aguas llovedizas lejos de sus muros. 
Hay que destacar que dentro de la evolución arquitectónica, los alarifes convertidos al cristianismo mantenían sus técnicas de construcción y estética árabe pero con influencias del gótico cristiano como de los nuevos planteamientos surgidos del naciente renacimiento. Ambos llevados a las colonias españolas de América, por lo que el edificio mantiene incipientes aportaciones del renacimiento el cual toman elementos de la cultura clásica como el uso de la columna como fundamento esencial de la belleza arquitectónica renacentista, la presencia del arco de medio punto y la cubierta de madera (artesonado).
De AlejandroLinaresGarcia - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15304889


 No es un convento ordinario. Por fuera es sencillo, mientras que en el interior se pueden observar símbolos religiosos que nos remite al arte mudéjar. Ciertamente estos símbolos se vuelven el elemento fundamental para identificar en nuestros días la consolidación del arte mudéjar en tierras mesoamericanas y más aún la confluencia de dos formas opuestas de pensar. Mientras que lo estructural impone, lo ornamental es un elemento estético del que se nutre el arte mudéjar como fusión de las corrientes cristianas y musulmanas para crear un arte propio y autónomo.

El claustro del siglo XVIII es el mayor ejemplo de la fusión islámica y cristiana, aún se observan símbolos rescatados que nos permiten creer en la existencia del arte mudéjar, obviamente la mayor parte de las paredes han sido restauradas respetan- do los diseños originales que aún quedan como testimonio. A través de estos símbolos encontraremos muchos significados ocultos detrás de sí.
Por ello, la decoración transforma estos corredores, logrando apreciar en ellos el uso de yeso aplicados con la técnica de esgrafiado en la decoración de frisos12, arcos interiores, ventanas y puertas; de acuerdo al arte islámico aparecen los círculos como motivos geométricos y hojas de acanto, uvas, rose-
tas y peces como elementos vegetales, los cuales se repiten una y otra vez provocando una sencillez en el espacio. La repetición como principio de composición florece en la totalidad de las paredes con el uso de rectángulos. No hay que olvidar que el renacimiento también hace uso de animales, flores, frutos y objetos diversos como incipientes aporta- ciones en el repertorio decorativo. 
El arabesco13 se hace presente en el edificio, ya que si observamos hay una guía vegetal estilizada que se extiende a lo largo de los frisos y da origen a tallos secundarios, que provocan el efecto de movimiento ondular, inspirado en el acanto, muy utilizado en los capiteles corintios griegos. En los arcos que dan a la sala Alejandrino Nandayapa y al auditorio podemos notar los arabescos con formas de hojas de acanto, racimos de uvas y peces.
Para no confundir términos en el presente análisis es importante mencionar que en los datos obtenidos por el Centro Cultural y mencionado por Carlos Navarrete en su libro La fuente colonial de Chiapa de Corzo, encuentro de historias, la ornamentación presente en el edificio la denominan ajaracas siendo aquella “técnica consistente en aplicar sobre la pared una argamasa tenida color rojizo, después tapada con una tapa de cal blanca la cual se recorta y raspa para dibujarle los motivos, quedando el fondo de color base.
Sin duda aquellos motivos dibujados en dichas paredes son adornos de líneas y flores del arte árabe y mudéjar conocido como arabescos; los cuales fueron rescatados y reproducidos bajo un patrón original para aplicarlo nuevamente.
Los musulmanes como los cristianos hacían uso del círculo; en el ex-convento es un distintivo muy presente integrados a los motivos vegetales; por la parte cristiana, representa la perfección y toma varios significados de acuerdo a la cantidad de círculos:
  • Un círculo: representa la unión, es decir, a
  • dios. Cuatro círculos: Los cuatro evangelistas de la biblia: Mateo, Juan, Marcos y Lucas.
  • Siete círculos: Los seis días de trabajo y uno de guardar, siendo el sábado el día de repo- so. Según Génesis 2: Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposo el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
De igual forma, encontramos particularidades iconográficas de la orden dominica, como el escudo situado en la puerta de la actual sala de exposiciones Alejandrino Nandayapa, en el que se observan los siguientes elementos:
  • La cruz: Expresa la orientación espacial (eje Este-Oeste) y la temporal (eje Norte-Sur), así mismo, su porción vertical representa la divinidad de Jesús y la horizontal su huma-nidad.
  •  La flor de lis: Expansión de la Iglesia Católica.
  • El campo de plata (blanco) y sable (negro): Colores del hábito dominicano, así como pureza y penitencia, muerte y resurrección.
  •  Estrella: Santo Domingo como guía de al- mas hacia Cristo.

 En este mismo claustro, se encuentra el auditorio Fray Matías de Córdoba que desde mi consideración es el espacio con mayor presencia islámica; las paredes están decoradas con arabescos; en el caso de los frisos en forma de guías con hojas de acanto y racimos de uvas, este último elemento considerado en el cristianismo como la sangre de Cristo. En el resto de las paredes se usan ramas
mixtilíneas que van entrecruzadas formando rombos. Las puertas y ventanas se enmarcan con cintas enlazadas de flores que a mi parecer se asemejan a las rosetas. A través del movimiento ondular, la anchura de los motivos vegetales, la textura y la repetición simétrica de los mismos nos permiten crear efectos tridimensionales.
Así mismo, se han localizando dentro de este espacio elementos que tienen que ver con lo cristiano; dos leones sin cabeza que resguardan el escudo de la orden dominica, ambos ubicados en los frisos, exactamente en medio de las puertas y ventanas; de acuerdo a la simbología cristiana los leones son guardianes del centro del mundo por eso ubicados en las puertas y ventanas. La flor de lis, que se mezcla entre los motivos vegetales islámicos, simboliza a la expansión de la iglesia católica.
El abandono del edificio en diferentes períodos ha provocado que las decoraciones se pierdan, siendo la sala Alejandrino Nandayapa un ejemplo de ella, sobreviven en las paredes unas decoraciones difusas a nivel de piso que dan la apariencia de capiteles esgrafiados, capiteles digo, que tienen un parecido al campaniforme o al corintio pero de manera invertida, así mismo aparecen detalles de la flor de lis.
En la crujía que divide a los dos claustros -siglo XVI y XVIII- podemos encontrar algunos detalles del arte islámico que se han logrado rescatar en las remodelaciones; en uno de los arcos hay una roseta y en otra, parte de una hoja de acanto, ambas en sus formas y colores originales.
Al fondo de ésta se encuentra una puerta sellada que daba a la iglesia, el cual contiene ciertos detalles interesantes como el jarrón situado en el centro de la puerta de donde salen dos guías de motivos vegetales que se extienden alrededor del arco. Así mismo, en un costado de ella se aprecia la cara de un animal y la parte de una cola, similares a un dragón o serpiente y del cual profundizaremos más adelante.
En un pequeño pasillo que conecta con ambos claustros, aún quedan detalles del arte mudéjar en estado original y de la poca importancia que se le da dado a la conservación de la misma; por un lado, una puerta mal sellada donde se aprecia detalles de la delicada ornamentación de motivos vegetales que cubrían la superficie y que ahora se encuentra mal repellada. A un costado de ésta se encuentra un arco con ajaracas en su estado original quedando en evidencia el uso de pigmentos en la decoración.
Si bien es cierto que el arte mudéjar se define por la importancia de sus elementos decorativos, en lo que corresponde al siglo XVI desaparece en gran escala esta característica, sólo se pueden apreciar enormes muros que en algún momento fueron repellados y pintados perdiendo de esta forma gran
parte del antecedente ornamental.
En unos de sus corredores hay una reproducción de un rosetón, mientras que la mayor evidencia se encuentra en una pared donde se aprecian hojas de acanto, flor de lis, un árbol y tres aves. Debido a que se ha perdido gran parte de la decoración de la pa- red no se logra precisar la totalidad de los detalles, supongo que tiene que ver con el árbol de la vida.
No podemos perder de vista en el patio una fuente octagonal de ladrillo con algunos rosetones, con el pasar del tiempo también ha sido remodelada; éste
servía de suministro de agua de los dominicos, hoy en día, un atractivo visual para los turistas y abastecimiento de agua de las palomas. De acuerdo a las normas del Corán el agua de la fuente representa el sustento y purificación del cuerpo y alma.
Centro Cultural Ex Convento de Santo Domingo - Chiapa de Corzo,Chiapas
Centro Cultural Ex Convento de Santo Domingo


El edificio es muy frecuentado durante todo el año por su preeminencia arquitectónica y su potencial turístico como Centro Cultural; siendo la sala Franco Lázaro Gómez y el Museo de la Laca, los espacios más visitados de la planta alta y en la cual no hay evidencia a la vista sobre la ornamentación mudéjar ya que los muebles museográficos cubren gran parte de las paredes.
Lo que vale hacer mención en la planta alta en lo que respecta al arte mudéjar, es el arco intermedio que representa el punto de partida de lo eterno a lo temporal según el cristianismo, aparece un árbol como centro cósmico de los tres niveles de cielos existentes: subterráneo, terrestre y celestial; esta- ríamos hablando del árbol de la vida que se encuentra en el plano terrestre y que une lo subterráneo con el cielo o como mediador entre el bien y el mal.
Además contiene detalles de ajaracas así como formas geométricas a través de la repetición. Hasta este momento los símbolos encontrados nos remiten al arte mudéjar, sin embargo, llama mi atención el símbolo del árbol de la vida que de
acuerdo a la cosmología cristiana es el centro mediador entre el bien y el mal, pero ¿realmente sólo tuvo un valor cristiano? Si desde un principio, los indígenas fueron usa- dos como mano de obra barata para la construcción de sus propios espacios de cristianización y más aun adaptando sus costumbres del uso de espacios abiertos para lograr esa conversión; es evidente que su valor va más allá. Podría considerar que el proceso de transformación religiosa se logró porque las edificaciones remitían a los indígenas algo de sus creencias.
Por lo que el árbol ubicado en dicho arco también puede representar a la ceiba que es considerada en algunas culturas del área de Mesoamérica como un árbol sagrado que conecta el inframundo y el cielo con el mundo terrestre. Conocida como Yax Che en el Popol Vuh aludiendo a los puntos cardinales, teniendo en lo más alto de sus ramas unave como origen de todos los dioses, de acuerdo a esta cosmología podemos observar que la imagen en el arco es un árbol acompañado en lo más alto de sus ramas por dos aves, que de acuerdo al libro quiché serían quetzales.

En la puerta de la crujía se encuentra un dragón o serpiente; de acuerdo a la iconografía cristiana se descarta que sea un dragón ya que este animal lo asocian con lo diabólico y pecaminoso y el ex-convento es un lugar devoto al bien. Sin embargo, la serpiente en las culturas prehispánicas simboliza las entidades divinas y no a los demonios como en el occidente, ejemplo de esto es el dios azteca
Quetzalcóatl que significa serpiente emplumada. Por otra parte, en algunos de los detalles originales existentes en el inmueble evidencian el uso de tintes naturales extraídos de las plantas, también de uso indígena. Es importante señalar que en las escaleras de acceso a la planta alta está el escudo dominico, del cual poco se logra observar pero demuestra el uso del tinte, al igual que en el acceso principal del edificio, algunas ventanas y arcos. Siendo el rojo y el negro los colores utilizados.
Otro posible ejemplo del uso de tintes es una virgen ubicada en una de las salas del siglo XVI, tomando en cuenta el principio de exclusión de imágenes en los edificios cristianos, obviamente dicha imagen fue elaborada en un período más reciente a la construcción del edificio, seguramente cuando fue convertida en cárcel en el siglo XX.
Por último pero no menos importante, dos aves dibujadas en el acceso principal que nos engloba los elementos como un todo, ya que expresa el sometimiento indígena a la religión cristiana, es decir, lo europeo y lo mesoamericano juntos en un mismo espacio a través de la tinta vegetal.


Irene de Jesús Gómez Pérez.
"El ex-convento de Santo Domingo de Guzmán: El estilo mudéjar como sincretismo religioso y culturaUniversidad de Ciencias y Artes.

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